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La mayoría de los visitantes de la Toscana pasan de largo por las defensas del siglo XIV de Pistoia sin darse cuenta de que se están perdiendo uno de los circuitos medievales mejor conservados de Italia. Según estudios recientes, el 68% de los turistas que vienen por el día pasan menos de 30 minutos aquí, abrumados por la señalización confusa y otras atracciones cercanas. La frustración aumenta al rodear las imponentes murallas de piedra, viendo torres tentadoras pero sin encontrar la entrada. Los locales saben que estas murallas esconden historias oscuras —desde luchas de poder de los Médici hasta cuarentenas por plagas— pero estas capas de historia permanecen ocultas sin el contexto adecuado. A diferencia de la abarrotada San Gimignano o la comercializada Lucca, las fortificaciones de Pistoia ofrecen una experiencia auténtica... si sabes cómo descifrarlas.

Cómo entender el diseño de la fortaleza sin mapa
El sistema defensivo elíptico de Pistoia desconcierta a los visitantes con su disposición irregular de torres y puertas ocultas. Lo que parece escombros cerca de Porta Lucchese marca en realidad el 'codo' estratégico donde se montaban los cañones en el siglo XVI. Los historiadores locales señalan que el tramo noroeste (entre Bastione Toscano y Torre di Catilina) conserva los pasillos originales de patrulla, ahora cubiertos por hiedra. La luz matutina revela símbolos tallados cerca de Porta Carratica —marcas de canteros que ayudaban a alinear estos muros de 9 metros de grosor. Los mapas municipales gratuitos no incluyen estos detalles, dejándote reconstruir el rompecabezas como un arqueólogo medieval.
Cuándo visitar para disfrutarlo al máximo
El limitado presupuesto de restauración del ayuntamiento hace que el acceso a las distintas secciones vaya rotando. De mayo a septiembre, el sol de la mañana ilumina los delicados frescos del siglo XV en la Torre di Sant'Antonio, mientras que las tardes de otoño destacan los patrones de ladrillo a lo largo de Cortina Santa Barbara. Los guías con formación en arquitectura saben qué bastiones cierran al mediodía por trabajos de restauración —una frustración para quienes llegan a esa hora y encuentran las puertas cerradas. Quienes estén dispuestos a subir 217 escalones (importante si vas con niños) serán recompensados con una vista privada del Duomo desde la azotea al atardecer, cuando los autobuses de turistas ya se han ido.
Cámaras secretas que muchos tours ignoran
Bajo la ruta turística de Via degli Orafi se encuentra el Sotterraneo delle Mura —un kilómetro de túneles abovedados usados para almacenar grano durante los asedios. Solo tres grupos guiados al día descienden a este mundo subterráneo húmedo, donde grafitis del siglo XIV representan máquinas de asedio. En superficie, la fortaleza Rocca di Piazza esconde su característica más fascinante: una celda donde prisioneros del siglo XVI tallaron calendarios lunares en las paredes. Mientras que las entradas generales dan acceso al patio, los especialistas pueden organizar visitas poco comunes a las celdas preservadas, donde la luz aún entra por las saeteras originales.
Alojamiento junto a las puertas antiguas
El Pistoia moderno agrupa sus mejores alojamientos a lo largo del trazado de las murallas medievales, permitiéndote despertar frente a muros de piedra de 600 años. Alojamientos familiares como Palazzo 42 incorporan secciones de la muralla original en sus bodegas, mientras que las habitaciones en torre del Hotel Patria tienen vistas al punto exacto donde las tropas florentinas abrieron brecha en 1401. Para viajeros con presupuesto limitado, el Ostello del Castello ocupa un antiguo arsenal con camas desde 28€ —solo lleva tapones para los oídos por las campanas de San Zeno. Cualquiera de estas opciones te deja a minutos de paseos al amanecer por las almenas vacías, antes de que lleguen los grupos turísticos.